GRA-TIS
Buenas noches nocturnas... Lo desconozco todo acerca de las mascotas, ya lo escribí en otras ocasiones. No sé nada de perros, de gatos, de aves, de serpientes y de cuantos otros seres vivos hayan sido propiedad, o lo sean, de distintos seres humanos. La inteligencia artificial de servicio, tras mis preguntas, me hace saber por escrito que, los perros, por ejemplo, además de la compañía o los servicios particulares por añadido que proporcionen a sus dueños- ahora familiares también- están empleados en distintas tareas de ayuda. Por ejemplo: se utiliza a los canes como apoyo a las personas con discapacidad visual, a quienes no logran del todo valerse por sí mismos físicamente y a quienes sufren lesiones auditivas; acompañan a personas con enfermedades del rango de la diabetes o la epilepsia, asisten en tareas de control para situaciones de emergencia que padecen personas del espectro autista, intervienen en labores de rescate, dan soporte emocional en sesiones de terapia, colaboran en tareas de rescate... en fin. Muchas cosas además de la pericia demostrada en misiones policiales, y desconozco si sucede lo mismo en operativos relacionados con la guerra. Un beneficio siempre interesante para una especie y para la otra, lo cual no quiere decir nada a favor de asentir, por esta causa, cuando se producen abusos, generalmente por culpa de las equivocadas apetencias de los seres humanos que se responsabilizan de la tenencia de los citados bichos. Particularmente, ni estoy ni estuve en contra de los cuadrúpedos antes mencionados. Sí me fastidia, el contacto obligado al que me someten, en ocasiones, mis semejantes, y me refiero a las molestias que ocasiona un animal por sus ruidos o por su presencia indeseada. Por lo tanto, más cerca de las buenas que de las malas, tal vez valiera la pena entrenar a alguno de estos especialistas como benefactor de quienes son cantarines. Sobre todo, los émulos de Bisbal o de Shakira que carecen de cualquier otra compañía. Es bastante triste el patio de butacas de un teatro en el que pudieran presentarse las estrellas dichas u otras constelaciones, si está vacío. Por eso, porque no siempre se pueden dar conciertos, porque la burocracia para poner en pie sucesos de esta envergadura es un imposible, porque ni siquiera los familiares y amigos, si los hay, están dispuestos a asistir a las convocatorias mensuales, quincenales, semanales e incluso diarias, que estén dispuestos a realizar estos niños, adolescentes y adultos cantores de Viena, de Praga, de Roma... porque necesitan ser escuchados. Y los perros, capaces de proezas auditivas que los sitúan a distancia de los sapiens, cuando de sonidos agudos se trata; afanosos y precisos a la hora de distinguir manifestaciones orales a lo lejos; y funcionalmente sobrados, por cuanto pueden mover sus orejas de manera independiente para captar mejor la dirección de lo que se haya originado y venga conducido ondulante por el aire, podrían ser el complemento ideal para quienes no se resisten a tararear, con letra, el último éxito de María del Monte. Tal vez esto no se le haya ocurrido a nadie, pero aquí estoy yo, atento a la realidad, dispuesto a contribuir, para bien, con la vida de los otros, muchas veces acogotados por el día a día, de tal manera que ni para detenerse a pensar les da la vida. Y, además, todas estas ideas mías, son gratis. Como dice Jesús Vázquez en un anuncio de telefonía, gra-tis. Me destoso.
La imagen se obtuvo mediante los servicios que proporciona FREEPIK
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