SOVERATO
Buenas noches nocturnas… Me he ido al extranjero. Bueno, no. No es correcto. Me he asomado al mundo. Mediante una webcam. Un ventanuco por el que fisgar. Un ventanuco para conocer un particular rincón de Soverato, en Italia. Dice Copilot de Soverato, lo siguiente… “Soverato, también conocida como la "Perla del Mar Jónico", es un municipio situado en la región de Calabria, en el sur de Italia. Se encuentra en la provincia de Catanzaro y es conocida por sus playas blancas, su mar cristalino y su encantador paseo marítimo. Es la ciudad más rica per cápita de Calabria y ha experimentado un aumento del turismo desde 2015, lo que la convierte en un popular destino de viaje. Soverato está situada en el Mar Jónico, en el Golfo de Squillace. Cerca de ella, hay una serie de pueblos a lo largo de las playas blancas del golfo, como Montepaone, Davoli e Isca Marina. El Jardín Botánico Santicelli es uno de los lugares más visitados de la ciudad. Los amantes de la naturaleza pueden encontrar una increíble variedad de especies de plantas y flores en el jardín. El jardín está situado en la cima de una colina con vistas al golfo y ofrece hermosas vistas de los paisajes circundantes. Soverato también es conocida por su feria nocturna que tiene lugar durante los meses de verano”. Pero, en verdad, de esta localidad calabresa, he llegado a ver, tan solo, una zona de ocio y esparcimiento, de tamaño reducido. A través de las imágenes, con cámara fija, a la hora en la que se redacta esto, casi las tres y veinte de la tarde, aprecio un espacio entre dos edificios, no del todo llano, con pequeña escalinata a la izquierda, según la posición del observador, y, contra ambas paredes, material mobiliario a utilizar cuando los negocios se abran. Algunas plantas para embellecer la fábrica del dinero, suelo como de mosaico, “teselas” cuadradas, y ausencia humana. Tampoco se ven animales, aunque, probablemente, los habrá… Hace poco, un científico premiado se refería a la soledad de algunos bosques. Vacíos según estudios que se han hecho. Pero me pareció, puesto que hablaba de extinciones y de mamíferos, que, entre los posibles habitantes de un bosque, los insectos, libres también de los pájaros, deben proliferar. Cuento con el error por mi parte para esto de los bosques, mas, en ese objetivo confeso, el del enclave situado cerca de la punta de la bota italiana, yo diría que, sin sapiens a esa hora, sin gatos, ni perros, ni pájaros, puede que hubiera orugas, o escarabajos o, ¿quién sabe? Los diminutos, no obstante, pueden ser un inconveniente. Moscas que molestan e incluso, si son de una determinada especie, muerden, y mosquitos, por ejemplo, que pueden ahuyentar a la parroquia. La de los “naturales” que puedan acudir a lo que más tarde se ofrezca en ese lugar o a los visitantes. Los visitantes. ¿Cuántos lugares con atractivo existirán y siguen adelante, sin la necesidad de turistas? ¿Turistas no somos todos? ¿Hay que levantar muros contra los muchos que van y vienen? ¿Acaso no hacen posible la economía de bastantes? ¿Existen alternativas a ese particular? Hay quienes dicen que ha de ordenarse todo esto. Y no me parece mal. Sin embargo, tengo otra pregunta: ese orden, para ser justo, ¿quién lo decide? ¿No será un orden interesado también? Orden, todo orden, merece ser explicado. Yo estuve en Soverato y ahora mismo no puedo pronunciarme. Por lo menos, el ratito en el que curioseé, si no hice gasto, no importuné con mi presencia física, ni ocupé espacio desluciendo el panorama. Así pues, me destoso.
https://lifeinitaly.com/soverato/
https://www.italymagazine.com/soverato
https://es.wikipedia.org/wiki/Soverato
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