LA BELLEZA FÁCIL Y LA DIFÍCIL
Buenas noches nocturnas… Escogí, entre mis escuchas matutinas, la intervención del físico argentino José Edelstein dentro de la serie audiovisual patrocinada por la entidad bancaria BBVA, “Aprendemos Juntos 2030”. Muy interesante. Al principio, respondiendo a preguntas de los asistentes, porque esta convocatoria se realiza en una sala con público, mencionó al físico teórico británico, Paul Adrien Maurice Dirac, nacido en Bristol en 1902. A juzgar por lo que narra Edelstein, un tipo peculiar, una eminencia con curiosas singularidades. Atribuye a este científico, puesto que determinadas verdades son provisionales, que, a la hora de elegir, si es entre la verdad y la belleza, prefería la belleza. Porque, esta característica de las cosas acaba siendo verdad y dura más tiempo. Precisamente, admitió, tal y como proponía una de las personas que expuso sus dudas, un considerando de quien compartiera el Premio Nobel de física de 1933 con Erwin Schrödinger, “por el descubrimiento de nuevas formas productivas de la teoría atómica”, en el que se mencionaba la física y la poesía. De un modo u otro, la física, según la opinión de Dirac, se esfuerza en hacer fácilmente lo difícil, al contrario de lo que sucede con la poesía. Ahora bien, ¿será esto verdad? Y, si lo es, y si existe algo que lo contradiga, mucho más hermoso, ¿no habrá que pugnar por ello, no habrá que seleccionarlo como preferible, porque puede que alcance, por atractivo, rango de verdad duradera? No tengo una respuesta simple. Es material para formar parte de un paseo en el que se medite acerca de esto. Edelstein piensa, según se recoge en el audio que escuché, que estas diferencias entre física y poesía demuestran, ante todo, los obstáculos a los que se enfrentaba el propio Dirac. A lo peor, una incapacidad manifiesta para entender de una manera rápida aquello a lo que el poeta se esté refiriendo con sus palabras. Esto me ha llevado a pensar en otra cosa: ¿hay poesía fácil y difícil? Para encontrar algo de criterio, leo un artículo escrito por el poeta Luis Antonio de Villena. En la pieza, de inmediato, desliga cualquiera de las dos condiciones antes mencionadas, de la importancia final de la propuesta. Existen dice, poesías, poemas “que quieren sondear oscuridades -en el mejor de los casos- y otras que buscan luz, lo que en ningún caso implica, en ninguna de las dos, falta de calidad o de misterio. La poesía fácil o la difícil nunca supone calidad ni ausencia de ella. Hay poesía difícil pésima, al igual que poesía entendible sin valor. Y libros fáciles o difíciles magníficos”. Luego, en este texto del año 2018, menciona publicaciones que tienen de todo eso a lo que acabo de referirme. Las apetencias de cada uno se conjugarán a la par de distintas graduaciones, por más que estimemos habituales unas mejor que otras. Cada uno es cada uno. No obstante, me pasa siempre con la poesía, de la que no soy lector asiduo, aunque intento ver lirismo, detectarlo, más allá de los testimonios acuñados mediante simples palabras, que tengo pereza. Los poetas, a menudo, tienen una manera de ver el mundo cuyas claves se nos escapan fácilmente, no por lo complicado de su elaboración o el aspecto final tantas veces a la vista. Es que tienen otra mirada. Me parece que ocurre con cualquier otro estado del arte. Sea la disciplina que sea. Y, si nos sentimos cómodos, sea en la ficción o no, con unos usos expresivos, si los frecuentamos y los llegamos a dominar, o eso creemos, nos parecen de digestión para la que no son necesarios suplementos farmacológicos. Igual es esto, tan traído a la conversación general y, por lo tanto, gastado, de salir de la zona de confort. Optar por otros territorios, siquiera de vez en cuando, para certificar el contraste. No creo que sea cuestión de sustituciones ni permutas, no se trata de caer en modas. Solo de conocer, por nosotros mismos, sin intermediarios, que existe el repartidor de productos alimenticios, ese que se presenta en el domicilio de uno porque solicitó una comida preparada, y el aficionado a la ciencia que colabora con una organización a fin de prestar sus equipos informáticos para el procesamiento de datos. Estaremos, puede ser, más cerca de uno que de otros, y, a pesar de ello, nadie quiere un mundo al que le faltan pedazos, como si hubiera sido mordisqueado. Así pues, con este bagaje, hemos llegado lejos. A punto del día 2. Esto es octubre. Bienvenidos. Me destoso.
https://www.youtube.com/watch?v=L08-xy6cyYY
https://es.wikipedia.org/wiki/Paul_Dirac
https://luisantoniodevillena.es/web/articulos/poesia-facil-poesia-dificil/
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