CHOFLO
Buenas noches nocturnas... Al hilo de la conversación mantenida por Javier del Pino y Juan José Millás, en la SER, durante una emisión de «Las Edades de Millás», el escritor comenta algunas cosas en las que ha pensado tras leer la autobiografía de Al Pacino, al parecer realizada por el actor mismo, y a mí se me encienden las luces mediante las que conozco una necesidad urgente de archivar lo escuchado, para su utilización oportuna y, pues es posible, postergo la literalidad a fin de recuperarla una vez situado ante la hoja en blanco -vieja metáfora- y arrancar, como se está viendo, este comunicado. Entonces, Juan José Millás dice: «La vocación de la mafia es entrar en el sistema, tener senadores, tener diputados, mientras que la vocación de la política es entrar en la mafia». Es una sentencia plausible. Creo que cualquiera puede aceptarla, hacerla suya, independientemente de los matices y complementarla. Por ejemplo, interponiendo el filtro ideológico, si se es de izquierdas, se puede decir: «La vocación de la mafia es entrar en el sistema, tener senadores, tener diputados, mientras que la vocación de la política es entrar en la mafia, cosa que a los de la “derechona” ha de resultarles más fácil, pues se conoce su condición de mafiosos». Sin embargo, la misma frase, dicha por los que militan en el espectro de la derecha, podría ser esta otra: «La vocación de la mafia es entrar en el sistema, tener senadores, tener diputados, mientras que la vocación de la política es entrar en la mafia, asunto en el que suele caer la izquierda por cuanto siempre han aspirado a constituirse en la mafia misma». O, dicho de otro modo: vosotros lo sois, vosotros queréis y no podéis. Esto circula. De inmediato me pregunto cuántas otras cosas, en apariencia similares, pueden ser tratadas con materias adecuadas a fin de que se tiñan de la tonalidad necesaria y, echando cuentas, no he podido terminar: las cifras apuntan hacia el infinito. Veamos. La Navidad es la fiesta de las familias que unos viven con regocijo y fe, y otros con alegría y libertad. Si de izquierdas, “La Navidad es la fiesta de las familias que unos viven con regocijo y fe, y otros con alegría y libertad, aunque sepamos que todo este tinglado proviene de la usurpación eclesiástica de unos ritos paganos mucho más edificantes”. Si de derechas, “La Navidad es la fiesta de las familias que unos viven con regocijo y fe, y otros con alegría y libertad, sin olvidar que lo trascendental es lo primero”. De esta forma, una cosa al azar, sus circunstancias, sus valores, resultan patrimoniales de unos o de otros, aplicando determinados factores de corrección que, sin ser falsos, condicionan el producto hasta negar, por insana, la postura antagonista. Consideremos el agua. Por ejemplo, este refrán: “Hacer bien a villanos, es echar agua en el mar”. Si de derechas, “Hacer bien a villanos, es echar agua en el mar, aunque ni el agua ni la mar tengan la culpa de la inmundicia que reciben, esta sí y no la que los ecologistas pretenden exageradamente que exista”. Si de izquierdas, “Hacer bien a villanos, es echar agua en el mar, cosa muy propia de quienes demuestran, a menudo, lo poco que les cuesta ensuciar las costas y hasta los fondos marinos, por cuanto tampoco creen que esté sucediendo así y todo lo niegan”. Si quieren divertirse, o son de esas personas «choflas», como servidor, contentas de tocarse las narices durante todo el día y entretener sus horas en juegos como el que les propongo, prueben con cualquier frase, y doten al predicado de sustento ideológico. Ya verán. Por cierto, «choflo», voz con la que ELLA me califica muy a menudo -tanto como para designarme- tiene el significado que escribo a continuación: indolente, lento a la hora de responder, que está sentado sin importarle las consecuencias. Dicho está. Me destoso.
https://www.youtube.com/watch?v=GVD1wZjMSXE&list=PLyiJZcChPSpz3eyq3EzD9naBTKcEAGsuX&index=4
La imagen se obtuvo mediante los servicios que proporciona COPILOT, aunque ha sido editada más tarde.
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