EL TIGRE AURINEGRO
Buenas noches nocturnas... Hace días tuve ante los ojos un titular de prensa referido a los actos violentos cometidos por una espectadora- al parecer la madre de uno de los jugadores- durante un partido de fútbol disputado entre muchachos muy jóvenes, de los que fue víctima el árbitro del partido. No recuerdo las palabras exactas, pero me da pie: buena expresión, tratándose de un asunto deportivo relacionado con una forma de ejercitarse que tiene en las extremidades inferiores, su principal «herramienta» de desarrollo. Hoy tengo más fútbol. He pedido a Copilot que resuma para mí lo que aparece en una noticia, publicada en ABC y en El Diario NY: «el diario en español de mayor historia en los Estados Unidos». El Titular de ABC dice: «Casi linchan a la mascota de un equipo brasileño por burlarse de los rivales». Y el de El Diario NY: «Jugadores de Corinthians empujan a mascota rival que se burló de ellos con 'lesión'». Al fin, a partir del texto de lo que se cuenta en El Diario NY, ocurrió lo siguiente, siempre según Copilot: “Durante el partido entre Criciúma y Corinthians en Brasil, la mascota del Criciúma, el Tigre Aurinegro, recibió insultos y empujones de los jugadores visitantes. Esto ocurrió en el entretiempo cuando Criciúma ganaba 2-0. Una pelea estalló en las gradas debido a la frustración de los hinchas del Corinthians por ir perdiendo, lo que llevó a la intervención de la policía y los jugadores. El Tigre Aurinegro fingió una lesión, lo que enfureció aún más a los hinchas y jugadores del Corinthians, resultando en un empujón del guardameta Matheus Donelli. La mascota fue expulsada, y también un recogepelotas que participó en la broma”. Como se ve, todo entra dentro de la lógica de las cosas. Puede ser o no objeto de crítica, argumentarse contra los comportamientos de estos y de aquellos e ir deslizando otra serie de consideraciones. Bien. Pero tengo, tengo, tengo, una posibilidad distinta: un relato alternativo. Y sí, es el que sigue: “En Santa Catarina, Brasil, concretamente en el estadio Heriberto Hülse ocurrió algo que habla muy a las claras de la verdadera personalidad de una parte del público afín al equipo rival, asistente al estadio en la calurosa tarde del sábado de la fecha. El partido entre Criciúma y Corinthians se estaba llevando a cabo con intensidad. Los locales lideraban el encuentro. En el marcador figuraban, desde hacía unos minutos, los guarismos de la diferencia: dos goles a cero para el conjunto local. Es entonces, cuando, la mascota del Criciúma, el particular Tigre Aurinegro, conocido por su humor mordaz, en su elemento, animando a su equipo con entusiasmo, al observar en las gradas una pelea, cuyo origen estuvo en la frustración experimentada por los seguidores del Corinthians, que obligo a intervenir a la policía, decidió añadir más leña al fuego, fingiendo una lesión, simulando haber sido golpeado en la tribuna. Esta burla enfureció cuanto cabría a los jugadores del Corinthians, especialmente al guardameta Matheus Donelli, quien terminó empujando a la mascota. Con todo esto, la reacción más probable hubiera sido muy otra a la en verdad registrada. Se produjo la sorpresa. Los seguidores del Corinthians, lejos de atropellarse y acometer a cuanto se les opusiera, encontraron en el sarcasmo y las burlas del Tigre Aurinegro una forma de satisfacción masoquista. La afición, que inicialmente había estado al borde de iniciar una batalla campal, comenzó a reclamar más sarcasmo, más provocaciones. El placer derivado del sufrimiento y la burla se convirtió en una especie de ritual colectivo, donde el Tigre Aurinegro asumió el papel de verdugo teatral, sobrepasando sus límites como nunca hasta esa ocasión. Los jugadores del Corinthians, al ver la peculiar reacción de los aficionados de su parte en las gradas, se dejaron llevar, también, por la marea de autoironía y masoquismo, completando una especie de bacanal que empezaba a dejar a los locales tan estupefactos como divertidos. Como fuere, quien sufrió un auténtico percance, fue el bufón. El tigre Aurinegro, agotadas todas sus chanzas, multiplicadas sus pantomimas con gran riesgo para su salud, pues el tren de sus evoluciones insultantes descarriló por completo- tantas llegaron a ser las formas de desprecio- terminó seriamente afectado y, atendido en primera instancia por los sanitarios de guardia, fue conducido después a un hospital, desde el que se dieron noticias favorables a última hora del día... El partido no pudo reanudarse y se espera fecha para que se disputen los minutos restantes. Los forofos del Corinthians, incapaces de explicar la reacción en cancha ajena, han solicitado, en masa, asistencia psicológica. Algunas organizaciones sin ánimo de lucro de todo el mundo, han prometido enviar profesionales para dar solución a esta emergencia inesperada”. Nada más que decir. Me destoso.
La imagen se obtuvo mediante los servicios que proporciona FREEPIK
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