MENOS LOBOS
Buenas noches nocturnas… A cuenta de no sé qué cálculos efectuados durante el fin de semana, consideré el costo actual de una copa tomada en los locales del ramo, sin llegar a ninguna conclusión: al no ser usuario desde hace tiempo, carezco de datos conseguidos mediante la experiencia. Pensando en lo que valen determinados alimentos y servicios de hostelería, estimaba cantidades que, oh sorpresa, nada tienen que ver con la realidad. Con esto no quiero decir que lograr una copa, eventualmente, esté fuera del alcance de cualquier bolsillo, porque ahora sé algo más, pero mis suposiciones multiplicaban por diez las cifras que, a lo mejor o a lo peor, ustedes ya conocen. El caso es que, conforme a lo que leo en un artículo, los productores de licorería están descontentos con los propietarios de los bares, acerca de lo que consideran una desmesura, casi un abuso, podría decirse. Los primeros declaran unos datos estadísticos según los cuales sus ganancias decrecen, todo lo contrario de lo que sucede con el negocio de los segundos. El caso es que los jóvenes, quienes serían la nueva camada de consumidores, beben menos o, pudiera sostenerse también, la forma de beber está cambiando. Por razones que aluden a la moda de la vida sana, el culto al cuerpo, el incremento de las relaciones sociales determinadas por los contactos en ausencia y algunas otras más. La forma de beber parece determinarse, si se tienen en cuenta determinadas variables, por el gusto de ingerir cócteles, sobre todo. ¿Y esto qué nos dice? No lo sé. Soy neutral siempre que las personas actúen sin ponerse en riesgo. Claro que, si lo hacen, allá cada cual. No participo en labores de redención. Es verdad que hemos admitido mecanismos legales capaces de la manipulación, casi toda la publicidad se hace en función de este trato e incluso muchas actividades sutiles están basadas en realidades científicas, pero somos adultos los adultos y debemos aprender a gobernarnos y a tutelar correctamente a quienes dependan de nosotros. Como fuere, quienes enferman por la exposición a las drogas, sean cuales fuesen, al margen de toda seguridad -en la moderación y las proporciones el veneno solo es otra sustancia más- y se costean la salud aprovechando el sistema público, ya sí que interesa a mi bolsillo y me gusta menos. De todos modos, no seré yo quien salga a repartir recetarios o a pronunciar discursos que establezcan un modo de conducirse tal como el que se deduciría al tildar de personas sitas en el lado malo de la vida, a quienes estuvieran disconformes con los citados principios. No lo haré. Como he de abstenerme de considerar que es un acto de amor conmigo mismo, obrar por conveniencia. Sin dejar el tema de la salud y de la bebida, el caso de un solista, músico, entretenedor, durante un tiempo a la sombra, que retorna ahora a su sitio bajo los focos y declara, entre otras cosas, que ha decidido dejar el alcohol. Que lo ha dejado por amor a sí mismo. Amor propio, por tanto. Ha descubierto que se quiere y, en aras de esa relación de afecto que ha debido empezar hace poco, deja el garrafón como deja la bodega hasta que, claro, el romanticismo lo abandone pues, como se sabe, el amor- a lo de las mariposas en el bajo vientre me refiero- es un efecto químico que tiene una duración más o menos cuantificada. Al fin, lo cierto es que, aproximándose a la cincuentena, ha debido echar sus cuentas y comprender que la cirrosis y otras eventualidades nefastas pueden estar a punto de presentarse, y que es pronto para estimar si procede la mudanza a cualquier residencia para cadáveres. Mera utilidad. Que está bien, ¿eh? Me parece una decisión inteligente. Pero menos lobos trascendentales. Y menos lobos por escrito en el día de hoy. Me destoso.
https://www.elmundo.es/cultura/musica/2024/12/12/6751aeb9e85eced1028b45c8.html
La imagen es la edición de una instantánea que se obtuvo mediante los servicios que proporciona Microsoft Designer.
Los jóvenes de ahora lo que beben es mucho brebaje energético que a mi juicio es mucho peor que el alcohol. Pues con la misma dosis trastorna más el cuerpo.
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