MONSTRUOS
Buenas noches nocturnas… Recita, Rafael Álvarez, El Brujo, durante la obra de teatro que protagoniza, «El viaje del monstruo fiero»: «¿Cuál es aquel monstruo fiero que nació de nobles padres y parió una madre sola y de muchas madres nace? Es blanco y a veces negro, es humilde y arrogante, es muy flaco y animoso, es de poco ser, y es grave. Aquí es hombre, allí mujer; aquí niño, allí gigante; aquí habla, allí está mudo; aquí es clérigo, allí fraile; aquí se hace pedazos, ya está entero en un instante; ya está vivo, ya está muerto; ya es piedra, ya es de carne. Es más pesado que el plomo y más ligero que el aire; sin alas sube a los cielos y de allá en un punto cae. Es un cuerpo de mentiras, sus mentiras son verdades. Ved que contrarios efectos en este sujeto caben. Ya le ahorcan por ladrón, ya lo eligen por alcalde. Aquí está en España agora, y en un punto vive en Flandes; ya está en Indias, ya está en Roma, ya en poniente, ya en levante. Este es el que en el tablado todas estas cosas hace cuando representar quiere y en muchas comedias sale. Ya sale mozo galán, ya sale viejo, ya paje, ya loco, ya portugués, ya borracho, ya estudiante, ya médico, ya letrado, ya tejedor, ya peraile, ya se casa ochenta veces, aunque media vez les baste». Loa en verso atribuida a Lope de Vega y, según el actor lucentino, adivinanza: es el actor -por supuesto, entre ellos, el magnífico cordobés, excelente como en cada ocasión que lo he visto en escena- quien desempeña y hace posible todo lo que sugiere el «fénix de los ingenios», llamado así por Cervantes, al igual que «monstruo de la naturaleza». Y, ya que estoy con monstruos, en La Cultureta Gran Reserva, escuché hablar de las debilidades del todopoderoso y temible, probablemente por lo primero, Drácula. Enseguida entré en ese estado mío de ingobernabilidad, cuando se generan en mi mente determinadas suposiciones, a las que han de corresponder argumentos e iniciativas sin control. Pensé, por tanto, en los monstruos, en todos los que podía recordar, y en sus vulnerabilidades. En las narraciones que conocemos, se los derrota. A veces por una casualidad, a veces por un fleco. Como al asesino mafioso Al Capone, preso y encarcelado no por lo que mató y mandó matar, sino por irregularidades económicas. El caso es que, si Aquiles es invulnerable a las armas ajenas, salvo que se le acierte en el talón, Medusa perece al ver su propio reflejo porque se petrifica. Kappa, un monstruo del folclore japonés que habita en ríos y estanques, tiene una apariencia de humanoide con piel escamosa y una pequeña depresión en la cabeza que contiene agua, fuente de sus poderes, ve mermadas sus capacidades si esa agua se derrama por algún motivo. Entre los monstruos radicados en España, que hay bastantes, digo de los de ficción o de los mitológicos, porque de los de andar por las calles con rostro, hechuras, oficios y documento nacional de identidad hay millares, me quedo con uno al que se dice de Extremadura. La Chancalaera: «una especie de serrana fantástica, hija de un pastor de la zona y de una yegua, que parece una híbrida arpía. De ella se cuenta que, al modo de las serranas, se aparecía como la figura de una fiera hembra montaraz, que cruzaba a grandes zancadas la sierra aterrorizando a los habitantes de los pueblos vecinos. La Chancalaera se lleva a los niños para comérselos y también a los mozos para seducirlos, acostarse con ellos y luego darles muerte». Asegura Gemini y, cuando una inteligencia artificial asegura algo, cabe dudar siempre, que conforme a algunos autores que no ha mencionado, se podrían determinar tres inconvenientes principales a la hora de permanecer en este mundo. A saber: «Su conexión con la naturaleza: al ser una criatura ligada a lo salvaje, la destrucción de su hábitat podría considerarse una forma de debilitarla». También, considerando su faceta de «asustadora», «al igual que el Coco o el Hombre del Saco, su poder disminuye a medida que la gente deja de creer en ella». Y, por último, pues es posible que parte de su existencia tenga que ver con alguna fuente espiritual o sobrenatural, rituales mágicos de protección y conjuros podrían ser efectivos contra ella. Eso, si su origen no es extraterrestre. Si fuera de esta forma, rómpase el cristal y tómese de la armería un sable láser. O sujétense a algo consistente, dentro de una nave espacial, antes de abrir las compuertas para que el infinito absorba y se lleve a la alien dicha. Esto es lo que se hace con los monstruos. Cierto que algunos quieren reeducarlos, que se reintegren en la sociedad, pero estos de los que yo hablo, como aquellos otros de los que no eché cuentas, de los que escribí que los hay a millares, son, simplemente, irrecuperables. Y es el actor, monstruo, no como ser dañino, sino criatura de dimensiones y poderes amplísimos, quien puede ser el monstruo y acabar con el mismo monstruo, al encarnarlo. Esta es otra posibilidad. Me destoso.
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