PAGAR, PAGAR Y PAGAR.


Buenas noches nocturnas... Debo confesarlo: llevo toda la mañana intentando dar respuesta a una pregunta, pero cunde la insatisfacción. Tras haber obtenido luz al demandar auxilio ante las instancias habituales, lo enrarecido de este pasillo, más bien túnel, hace que permanezca orientado pero confuso. No las tengo todas conmigo. Tal vez debiera aguardar a que la propia narrativa de la existencia tenga a bien poner en mi camino a una de esas personas que habitan en los cuentos, próximas a mostrarse, en tanto los protagonistas están urgidos de necesidad. Los mecanismos son variados; las modalidades numerosas, y las posibilidades a las que remiten facilitan una multitud de combinaciones, según las cuales podría decidir el punto final de todo esto. Lo que ocurre es que, como no he encontrado un denominador común, la operación aritmética no termina de concretarse. ¿Y qué es? Me explico. Un relato que estuve escuchando me llamó la atención. Se narraba la compra de un amuleto, una pata disecada de un animal, durante un viaje a la India, y de cómo la pieza acaba en manos de unas gentes apuradas por las deudas que terminan por usarla y reciben lo solicitado... es verdad que a cambio de graves sufrimientos. El caso es que este efecto funciona solo tres veces. Y es en esto en lo que pienso. ¿Por qué tres? Casi siempre son tres, y una de las inteligencias artificiales disponibles, Mónica, opina acerca de lo dicho que, «puede deberse a una cuestión de claridad narrativa: limitar los deseos a tres, ayuda a mantener la historia enfocada y estructurada. Propicia el desarrollo de la trama y permite que el lector o espectador se concentre en las decisiones importantes del protagonista. A cuestiones relacionadas con lecciones de vida: la ambición suele tener consecuencias inesperadas. Al limitar el número de deseos, se enfatiza la importancia de elegir sabiamente y reflexionar sobre las decisiones, lo que a menudo lleva a una moraleja sobre la codicia o la sabiduría. Al misterio y la magia: tres es un número que aparece con frecuencia en la mitología y el folclore (por ejemplo, las tres hermanas, los tres cerditos). Esto añade un aire de misterio y magia a la narrativa. A necesidades literarias vinculadas a los conflictos internos del personaje: la limitación de deseos puede crear una contrariedad, obligando al personaje a evaluar sus verdaderas aspiraciones y prioridades. Y a tradiciones culturales: muchas historias de genios y criaturas mágicas provienen de tradiciones orales y textos antiguos, donde el número tres tiene un significado simbólico en diversas culturas». Como se ve, un ramillete de generalidades, factibles, sí, pero no del todo concluyentes. Tal vez exista una explicación meridiana, más no solo no la conozco, sino que no sé a quién recurrir. Recuerdo un cuento en el que el personaje principal encontraba en su camino a un duende o un enano que, por razones ignotas, fuera también de la zona donde se almacenan los datos que reúno en mi mente, aparece dispuesto a concederle tres deseos. Pasa que aquel hombre dudaba e iba postergando la decisión, logrando un poco más de tiempo cada vez. Sería fantástico poder leerlo de nuevo. Tal vez en esa pieza encontrara alguna explicación. O no. De todos modos, admito que si se me preguntara cuáles habrían de ser los tres deseos elegidos en el caso de haberme comportado como merecedor de tal fortuna, no lo tendría claro. El primero favorecería a alguien muy cercano, y los otros dos, de los otros dos, ni idea. Temo, claro, el precio. Porque siempre hay un precio. Parece ser que los deseos se inventaron para pagar. O bueno, todo se inventa para pagar, para que alguien pague. Tal vez los tres deseos serían estupendamente confirmados con la exención de pagar. Por hoy, me destoso.



La imagen se obtuvo mediante los servicios que proporciona IDEOGRAM y fue editada después.




Selección gráfica del día...

Eric Shanower en la cuenta de X de @lavidaenvinetas 11 de enero de 2025


John Atkinson Grimshaw en la cuenta de X de @fraveris 9 de enero de 2025


Mohssin Amghar en la cuenta de X de @JimBeattie18 9 de enero de 2025



Selección de contenidos...

Primera:

Cliff Richard & Hank Marvin - Move It (The Royal Variety Performance, 25.11.1995)

En el Canal Cliff Richard

https://www.youtube.com/watch?v=_FsolWCGMB0



Segunda:

Sara Bareilles sings powerful cover of 'Goodbye Yellow Brick Road' | NEXT at the Kennedy Center

En el Canal PBS

https://www.youtube.com/watch?v=DB4g1qTuHq4



Tercera

Elton John - Bennie and the Jets

En el Canal DJ Fuggi

https://www.youtube.com/watch?v=qT-vsQ41LxM
















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