DE UNA CABALGATA EN FEBRERO
Buenas noches nocturnas… Se refirió Rubén Amón al paseo que daba en autobús, por las calles madrileñas, en compañía de los otros miembros de La Cultureta Gran Reserva, con el inusual añadido del cineasta Nacho Vigalondo, haciendo gala de alegres expresiones. Se trataba de un recorrido cuya razón de ser, en términos gastronómicos, podría haber sido calificada de “cocina de aprovechamiento”, o de sobras, si se entiende mejor. Como el vehículo en el que estaban circulando estuvo en uso durante la mañana del viernes a propósito de la conmemoración del “Día de la Radio” en “Más de Uno”, el programa de Alsina en Onda Cero, y puesto que la disponibilidad del transporte podía prolongarse durante cierto tiempo, aprovecharon “los culturetas”. Lograron tener una viña para disfrutar de la tarde en la capital de España y grabar, a la vez, la emisión que se empezaría a ofrecer al público en horario nocturno, una vez llegadas las primeras horas del sábado. Entonces, “el padre Amón”, como el mismo Rubén se hace llamar algunas veces, aludiendo a la comparsa que se ha citado, sostuvo que existían semejanzas con una cabalgata. De hecho, la barba de Vigalondo podría remitir a la de uno de los Reyes Magos. Sin embargo, el director de “Los cronocrímenes” y “Daniela Forever”, película que se estrena durante estas fechas, descartó tal posibilidad: “Si tiras caramelos desde una cabalgata, la gente ni se fija si tienes barba o no”... Fue, me parece, un pensamiento de lo más acertado, una respuesta cabal. En el caso de que alguien quisiera esconderse, aplicando la presunción de estar bien a la vista para que nadie se dé cuenta de su paradero, una cabalgata, cuando todos están pendientes de lanzar caramelos y de capturarlos, cual si no hubiera otra cosa que hacer hasta el fin de los tiempos, parece el lugar más indicado. Un algo de mimetizarse con la tropa, y chas: nada por aquí, nada por allá. Los caramelos, cuando se obsequian, aunque se entreguen en mano, dan lugar a empujones, codazos, broncas y otras manifestaciones de lo más miserable entre seres humanos, ya lo he dicho en varias ocasiones. De modo que, cuando en la pelea de gallos, batallan hasta quienes están en las apuestas, un extraterrestre con antenas termina por formar parte del paisaje. A pesar de que los allí reunidos estén a la que salta. Por lo visto, además, esto tiene unas connotaciones que nos llevan a la famosa prueba del “gorila invisible”: un estudio realizado por Daniel Simons y Christopher Chabris de la Universidad de Harvard. Demuestra lo que se denomina “ceguera por falta de atención”. Para ello reclutaron a una cantidad de personas cuyo número no recuerdo, a las que se les muestra un vídeo. En las imágenes, dos grupos de personas, unos vestidos de blanco y otros de negro, se pasan una pelota. A quienes observan todo esto, previamente, se les ha pedido que cuenten los pases de uno de los dos grupos, ignorando al otro. Luego, durante la proyección, mientras los equipos se ejercitan, aparece, en pantalla, una persona vestida de gorila. Tras la prueba, aproximadamente el 50% de los participantes aseguran que nunca vieron al gorila y comunican estar convencidos de que el vídeo fue manipulado. Se debe a que la exigente concentración en una tarea, contar los pases, obliga a descartar todo lo otro que pueda ocurrir. De modo que, conviene saber dónde está el gorila. Si el gorila se oculta y sabe de la debilidad que hayamos demostrado, propondrá una ilusión, como los prestidigitadores, y allá que se fue. Al gorila, le interesa este hueco en las defensas humanas, pues si somos sus congéneres quienes queramos echarle el lazo, sabe que tiene oportunidades. Pero, ¿para qué necesitamos usted y yo un gorila? No necesitamos gorilas, ni distracciones que nos coarten, aunque esto, más bien, es cosa nuestra: la lluvia de caramelos nos obnubila, porque somos gente penosa. Así que, olvidemos las cabalgatas de la vida, y concluyamos. En concreto, servidor: que mañana es lunes. Me destoso.
https://es.wikipedia.org/wiki/Ceguera_por_falta_de_atenci%C3%B3n
La imagen se obtuvo mediante los servicios que proporciona Microsoft Designer y se editó después.
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