CHIRIMIRI


Buenas noches nocturnas… Aquí, de momento, no lloverá hoy. Desconozco lo que ocurrirá mañana. Nada sé de lo que acontecerá en los días venideros. Carezco de intereses cercanos al pronóstico del tiempo o de curiosidad. Otra cosa es que viva al margen de las manifestaciones de la naturaleza. Ha llovido, y mucho, en estas semanas pasadas, del mismo modo que predominó el tiempo seco anteriormente. Y, como cualquiera sabe, ya que han sido precipitaciones abundantísimas, deambular bajo esas cataratas, urbanas o rurales, originadas por el exceso, ha resultado, en ocasiones, del todo heroico. Aunque el término más adecuado sería, creo yo, temerario. Pues bien. Hoy leo un artículo publicado en *ELDIARIO.ES*, que lleva la firma de Héctor Farrés, en el que se contempla el hecho de caminar a cielo abierto, mientras las nubes dejan de ser el resultado de la condensación del vapor de agua que retorna en forma de líquido esferoidal, desprovistos de todo abrigo; ha de entenderse que me estoy refiriendo a prendas o complementos ideados para salvaguardarse de ese llanto, como suelen referirlo los poetas: “Húmedo de recuerdo el beso llora / desde unos cielos grises / delicados”, según palabras de Vicente Aleixandre. En la pieza a la que he aludido, se aprecia la posibilidad de que quienes tienen el gusto de empaparse por efecto de la acción del meteoro obren así por rebeldía. El autor cita a una psicóloga, Vanessa García Gualdrón, y le atribuye estas palabras: “los sentidos, más que una forma orgánica de adaptación del ser humano, son una manera de poder interactuar con el entorno que nos rodea y, entre otras cosas, cumplen la función de ser un mecanismo de supervivencia”. Farrés apunta, a partir de esta apreciación, a otros supuestos. Escribe: “Para quienes disfrutan mojándose bajo la lluvia, esa interacción tiene una base emocional. El agua en la cara, el sonido constante del chapoteo, el frescor en la piel. Todo eso tiene una función que va más allá del disfrute físico: es una pequeña liberación personal, una especie de recarga emocional gratuita. El paraguas, en cambio, marca una frontera. No solo protege del agua: también refuerza una idea de control. El que lo lleva quiere evitar el malestar, prevenir el resfriado, mantener la compostura. Para quienes prefieren no usarlo, ese control resulta prescindible. Aceptan mojarse como parte del trato al salir a la calle”… Claro, se da de narices con lo de la supervivencia esto. O sea que, sí, que está muy bien. Y lo está la pulmonía. O que, en las condiciones actuales, te lleve una riada si sales cuando no debes. Incluso los animales, el resto de la fauna, buscan abrigo cuando llueve, así que deben ser de natural sumisos. Por lo tanto, a mí me parece que, además de cierta propensión al espectáculo gratuito, al afán de exhibicionismo y al encanto de retorcer la lógica para justificar lo que son actos del todo peregrinos, no hay más que aburrimiento: no se protegen porque son muy machos o muy hembras y están ahí para escandalizar al resto o someterlos como seguidores de su iglesia. Como hacen tantos todos los días. Y que hagan lo que quieran, por supuesto. A mí me da igual. Si acaso, me incomodan las proclamas que fían el comportamiento humano a muy nobles y distinguibles afectos, a pesar de ser gas sin visos de consistencia ni sentido útil. Puede que alguno de estos concluya ahogado. Todo puede ser. Ahogados como, según la leyenda, terminó su vida Jorge de Plantagenet, duque de Clarence, hermano de Eduardo IV de Inglaterra. Al parecer, Jorge conspiraba contra el reinado de Eduardo y, aunque la muerte por decapitación era lo usual por entonces, sería sumergido en un barril de malvasía de Canarias, vino de mucho prestigio, por cierto, en ámbitos británicos de la época. No se sabe tampoco si se trataba de vino auténtico o una alternativa aguada, que mucho se sabe de esta manipulación del producto obtenido en barricas, a la hora de ser servido: ¡puestos a fastidiar!... Que no digo que se estilase ni digo que no. Lo temo. Al fin, Jesucristo convirtió el agua en vino y estos de los paseos a la descubierta, creo yo que durante un chirimiri más que cuando los aguaceros insisten en barrer el entorno como lo haría una ametralladora, caminarían sobre el vino o dentro de él, como dicen que lo hacen por gozar de una vida sin ataduras, bajo las aguas. Me destoso.


https://www.eldiario.es/spin/hay-personas-prefieren-mojarse-llueve-pesar-llevar-paraguas-psicologia-da-respuesta-pm_1_12165416.html



https://literariedad.co/2019/06/09/poemas-lluvia/



La imagen aparece en la publicación:


https://www.abc.es/espana/canarias/abci-leyenda-hermano-eduardo-ahogado-vino-canarias-201701291330_noticia.html




Selección gráfica del día...

BERNARDO VERGARA en ELDIARIO.ES 26 de marzo de 2025



RICARDO en El Mundo 26 de marzo de 2025



TOMÁS SERRANO en El Español 26 de marzo de 2025




Selección de contenidos...

Primera:

Rag'n'Bone Man - Odetta

En el Canal Rag'n'Bone Man


https://www.youtube.com/watch?v=WgVQTkTDdAM



Segunda:

Zaz - De Couleurs vives

En el Canal Zaz

https://www.youtube.com/watch?v=rud0XHQza1Q



Tercera:

Queen - The Invisible Man (Official Video Remastered)

En el Camal Queen Official

https://www.youtube.com/watch?v=zKdxd718WXg

















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