CONGA


Buenas noches nocturnas… Cualquiera diría que el carnaval finalizó hace unas fechas y no faltaría a la verdad si nos atenemos a los efectos de la celebración propiamente dicha. Sin embargo, este periodo de ritos y desfiles, entre otras cosas caracterizado por la voluntad que tienen los participantes de disfrazarse, cuenta con ramificaciones, sucursales, por así decirlo, que comunican la razón de ser a la que aludía con otros actos y presupuestos. Por ejemplo, vienen las comuniones, enseguida la Semana Santa, las fiestas patronales, siempre las bodas… y de este modo podrían indicarse otro surtido de jalones hasta concluir en el inicio de un Carnaval más. Es en lo que pensaba a partir del momento en el que observé cómo, situados en las proximidades de la trasera de un automóvil, varias personas, supongo que familiares, atendían a una niña, vestida con un traje blanco, cual los que lucen para cumplir con el sacramento por primera vez. Y conté, al amparo del silencio para todos quienes me eran ajenos en esos instantes, con la respuesta escuchada dentro de mi caja craneal: ¡Hombre!, son trajes ceremoniales; los adecuados para la pompa. Una posibilidad que debo admitir. Descreo de los argumentos, pero me es imposible examinar caso por caso y probar otra cosa, de tal manera que mi teoría sobresalga mediante datos contrastados. Sé que exagero, porque prefiero quedarme largo y plegar hasta la medida real de las cosas, que no llegar. Agiganto los términos porque valoro lo que acontece a mi alrededor como un ejemplo de lo confuso. Las personas dicen que desean ser ellas mismas, como si pudiera ser de otro modo, y hacen todo lo posible por parecerse a terceros. De ahí la moda. Al presentarse ante el resto como garantes de un estilo único, repiten, sin pudor, lo que han visto que les va bien a esos de quienes dicen que se diferencian, precisamente, calcando lo que hacen. Y, en el camino, para adquirir cierta notoriedad, disponer de voz y voto, se disfrazan. Lo hacemos, que yo también soy persona. Nos divierte. Eso, y desfilar: ya lo he dicho en bastantes ocasiones. Pues bien, ahora, según parece, los profesionales del desfile, las y los modelos, temen ser sustituidos por las empresas fabricantes de prendas textiles. A propósito de esto, leo en una noticia ofrecida por Lucía Fernández Ramón para El Ideal Gallego, que trata de la pericia alcanzada por los especialistas en asuntos tecnológicos, a la hora de proponer recursos audiovisuales y de los inconvenientes que pueda suponer si estas consecuciones se generalizan por cuanto hay alguna marca de ropa, importante, que ha decidido emplear clones digitales de hombres y mujeres que exhiben ropa y otros productos como accesorios, calzado, maquillaje, peinados… Inmediatamente, voces sindicales han salido al paso –esta es una frase usual cuando se dan noticias– para advertir de los riesgos que suponen iniciativas como la comentada. Los profesionales que trabajan en este mundo podrían ver mermadas sus condiciones y expectativas laborales si no es que se termina por considerar prescindible lo que hacen actualmente. Los guapos y las guapas, además de mantener unas condiciones físicas que determinen su idoneidad para mantenerse en este negocio, además de pasearse de acuerdo a la cadencia y las formas que se conocen, verían restringidas sus fuentes de ingresos por más que, de momento, reciban alguna compensación económica directa y hagan valer los derechos de imagen que correspondan. Por lo tanto, salvo que se adelanten a las empresas y se constituyan en agentes virtuales de sí mismos, buscando influencias legislativas pensadas para hacer del profesional un producto en toda regla y, de acuerdo con lo anterior, incapacite a otros si lo que desean es valerse de todo artificio capaz de calcar sus evoluciones, su presencia y sus palabras, les espera un largo invierno. Los maniquíes en los escaparates, de momento, no parecen inquietos. A pesar de la vanguardia, su presencia tras los cristales no se ha desconvocado. Los comerciantes han debido de ver que son útiles y, lo que es más importante, la clientela aprueba lo que observa antes de franquear la entrada a la tienda de turno. Es lo que hay. En el armario quedan trajes que vestir. Apúntense al baile, cojan por la cintura al que ocupa el último puesto y repitan su repertorio de amenidades para danzar. Todavía toca la orquesta. El barco no se ha ido a pique. Me destoso.



https://es.wikipedia.org/wiki/Conga_(baile)



https://www.elidealgallego.com/articulo/innovacion/h-m-desata-polemica-apostar-avatares-digitales-rebelion-maquinas-moda-5234221



La imagen se obtuvo mediante los servicios que proporciona IDEOGRAM y se editó después.






Selección gráfica del día...

PUEBLA en ABC 30 de marzo de 2025



MIKI y DUARTE en Diario de Sevilla 30 de marzo de 2025



BERNARDO VERGARA en la cuenta de X de @SieteSofi 30 de marzo de 2025




Selección de contenidos...

Primera:

Baldosa Floja - Tangorra ft. Eliana Sosa y Winnie Cheung

En el Canal Tango with Winnie

https://www.youtube.com/watch?v=X9PCqjZfDTw



Segunda:

PAT METHENY Last Train Home

En el Canal julio radrigan

https://www.youtube.com/watch?v=V9vQ_y9JJ1E



Tercera:

'Hotel Happiness' - Johnny Hoy and The Bluefish

En el Canal The Fallout Shelter

https://www.youtube.com/watch?v=x3HfWw07G2Y















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