¡HAN CANTADO BINGO!
Buenas noches nocturnas... Antes de que llegara la medianoche de ayer, ella me contó lo de Elon, el dueño de X... entre otras cosas. Luego lo vi como noticia destacada en varios medios de comunicación: ha sido padre por decimocuarta vez. Es algo que celebrar en el presente, pero también el anuncio de un futuro familiar problemático, según me parece. Muchas personas heredarán una fortuna considerable. Esto, con menos individuos y menos dinero, hasta se podría resolver mediante ráfagas de ametralladora. Desde luego, las broncas, incluso en grupos consanguíneos humildes, suelen darse. Es uno de los lados oscuros, reprobables y abyectos de la humanidad. Pero otros, en cambio, vienen y cantan bingo. Por ejemplo, según INFOBAE, parece ser que ayer, 2 de marzo, una mujer, cuyo embarazo había llegado a las 39 semanas, acudió a una sala de cine en Gales. Ya en la sala, ocupando su butaca, empezó a sentirse indispuesta. Lo que ocurrió después, ante la dudosa posibilidad de llegar a tiempo a un hospital, sucedió conforme a las leyes naturales: la protagonista, auxiliada en todo momento, dio a luz a una niña. Por esta circunstancia, la empresa responsable del cine obsequió a la pequeña con una "membresía", que garantiza su acceso como espectadora, sin coste alguno, en los cines de la entidad en cuestión, de por vida. Sin embargo, podría pasar que los hijos alumbrados, en su caso, por esta niña, beneficiaria del regalo que se dijo, no sean partidarios de ir al cine porque, por ejemplo, no encuentren felicidad en lo que se proyecta en las pantallas. Con el paso del tiempo, esta niña, ya anciana, podría desear- cual ocurre con un personaje de Juan Carlos Ortega durante la última emisión de su programa de radio- que su descendencia se quede con algunos bienes, como podrían ser los obtenidos tras comprar Getafe, esa ciudad madrileña, o incluso Honduras, si es partidaria de los usos demostrados por Donald Trump, en caso de descubrir algo de interés en ese territorio centroamericano. Esta idea podría tener lógica dentro del esperpento universal. Tanto es así que no cabe extrañarse si, desde ahora, parejas o solteros, decididos a tener descendencia, acuden a determinados lugares para dar a luz, con la esperanza de obtener beneficios parecidos. Por ejemplo, un museo: el Museo del Ejército en Toledo. Con cálculos realizados al milímetro —en esa tarea podría ayudar cualquiera de las llamadas inteligencias artificiales, que, de forma gratuita o mediante suscripciones de pago, realizan esas labores maravillosamente— el cachorro humano podría ser agraciado con un tanque, cortesía del Ministerio de Defensa, para gestionar su propia seguridad hasta que, de manera similar a lo sucedido cuando se cancelan los sistemas operativos de las máquinas informáticas, deje de recibir actualizaciones. Esto se traduciría, en el caso del tanque, en la falta de repuestos y tecnología. En fin, habrá de ser otra cosa lo que nos favorezca, más allá de que exista la lotería y algunos consigan ese premio para cuya obtención se requiere el despliegue en fila india de millones de galaxias justo en el momento de nacer. Me destoso.
La imagen se obtuvo mediante los servicios que proporciona FREEPIK
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