BOTEJARA
Buenas noches nocturnas… Entre la galería de delincuentes pintorescos que han sido protagonistas de escándalos recordados durante mucho tiempo, está el retrato de Perico Botejara, especializado en la adquisición fraudulenta de marcos de pinturas tan importantes como los de la *Mona Lisa*, *Las Meninas* o *La Rendición de Breda*. Botejara se aprovechó de las habilidades de algunos de los más legendarios ladrones de arte para apoderarse de las piezas que rodean, ciñen o guarnecen los cuadros, mediante sumas de dinero ridículas. Muchos coleccionistas, incapaces de conseguir las obras que todo el mundo ha deseado alguna vez, se conforman con los armazones dichos y participan, de esta manera, en el ansiado círculo de los privilegiados. Se saben un peldaño o varios más abajo, pero están en la escalera: dispuestos a emprender una rápida ascensión en cuanto sea posible. Botejara nunca ha sido declarado culpable a causa de los crímenes de los que se conoce que es autor, pues, hasta la fecha, los tribunales vienen fracasando a la hora de juzgarle. Esto no supone, como es lógico, la impunidad del ciudadano mangante. Estuvo detenido durante largos periodos, aunque, al final, las leyes así lo disponen, fue liberado al haber concluido los plazos para cumplir con los requisitos judiciales. Acaban de salir sus memorias y en ellas explica el ocurrente sistema que puso en marcha a partir de una noticia que conoció mediante la lectura de un periódico. Resulta que en el estado de Wisconsin, Estados Unidos, se celebró una vista, al final suspendida porque la acusada, Taylor Schabusiness, a la que se atribuía haber atacado a un guardia en la prisión donde permanece cumpliendo cadena perpetua tras ser declarada culpable de “matar y descuartizar a un hombre llamado Shad Thyrion durante un encuentro sexual bajo el efecto de las drogas”, agredió a su abogado, Curtis Julka. Por lo visto, la reclusa, de 27 años de edad, no se tomó con “paciencia deportiva” que Julka decidiera abandonar la defensa y se abalanzó contra él con ánimos violentísimos. Los efectivos de seguridad en la sala actuaron con una prontitud digna de gente alerta y muy bien entrenada, por cuanto la mujer fue reducida antes siquiera de que llegara a poner sus manos sobre el cuerpo de su representante, sentado junto a quien estuvo a punto de agredirle: debían estar prevenidos porque no era la primera vez que la mujer reaccionaba así. Botejara pensó ponerse de acuerdo con los sucesivos letrados que lo asistieran, para que estos abandonaran su defensa luego de un intento de agresión por su parte. De esta manera, se sucederían las distintas rondas para establecer el nombramiento de un nuevo defensor y, con las cosas así, la ventaja para conseguir sus objetivos: aplazar indefinidamente las vistas. El tiempo pasó, por tanto. El tiempo siempre pasa. De ahí que, aunque ha estado encarcelado en diversos periodos, suele quedar libre por las razones que se expusieron anteriormente. Además, lejos de incomodar a los profesionales del derecho, al menos no a todos, encontró en ellos a unos magníficos aliados. Concretamente, la Asociación de Abogados por el Masoquismo, ASABOMA, enseguida puso de su parte a los afiliados a fin de beneficiarse de una publicidad extra y sufrir en sus propias carnes los enfados de su defendido. Es lo que tiene el gusto por el sometimiento. Ahora, Botejara, puede contarlo, va a participar en entrevistas, conferencias, talleres y es casi seguro que se realicen películas y series de televisión contando los detalles de su vida. Ha de saberse, sin embargo, que este Botejara no tiene nada que ver con la familia a la que se refería Alfredo Amestoy durante el programa que se estrenara a finales de los años setenta del pasado siglo. Seguiremos informando. Me destoso.
https://www.elmundo.es/loc/famosos/2021/08/23/611e6de5fc6c83b7378b4619.html
La imagen se obtuvo mediante los servicios que proporciona COPILOT.
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