DEMASIADO RUIDO PARA UN NOGAL ENANO
Buenas noches nocturnas… Una empresa de arte y comunicación está a punto de comenzar una gira durante la que van a presentarse en un buen número de ciudades españolas. Se trata del espectáculo **“Diestros de la Paz”**, una representación alegórica de la Fiesta Taurina, en la que los matadores visten solo con ropajes verde olivo y evolucionan con chisteras de las que extraen vistosas palomas blancas. En lugar de enfrentarse al toro, disponen la arena portátil sobre la que trabajan para danzar con el morlaco, mediante coreografías que pretenden estimular la afinidad de los observantes, el público que se desplazará para contemplar todas las funciones desde puntos de vista ancestrales: lo telúrico y lo poético. Acercarse a un toro no siempre es bueno, pero, si se anteponen los usos de la concordia, naturaleza y humanidad llegan a ser una misma cosa, triunfante y merecedora de laureles. Esta misma compañía, que lleva años trabajando para la redifusión de realidades culturales, transformando lo estructurado en origen conforme a unos valores definidos en advocaciones impredecibles, tiene previsto, para el año 2026, otra iniciativa de la que cabe hablar aprovechando el arranque de **“Diestros de la Paz”**. Esta formación, llamada **“Convidantes”**, prepara **“Rugby existencial”**. Según ellos, es una apuesta seria, profundizando en aquella proposición sarcástica de los **Monty Python**, consistente en un partido de fútbol disputado entre filósofos de todos los tiempos. Los actores y actrices, porque en la sesión intervendrán personas sin restricciones por condición o sexo, serán, además, consumados atletas. Cada avance habrá de ser justificado por medio de la filosofía, al igual que cada pase o placaje. El árbitro estará facultado para detener el juego y organizar debates de calado como, por ejemplo, si el concepto de **"territorio"** es real o solo una construcción emanada de la mente. Al cabo, el equipo que logre que el contrario dude sobre la existencia del balón gana el punto al punto y final. Naturalmente, el proyecto acaba de ponerse en marcha y queda mucho por hacer… O sea. Porque, a ver. Todo esto viene a cuento de un suceso cultural ocurrido en Valladolid, del que supe tras recibir una noticia que **ELLA** me facilitó. En la web cultural del ayuntamiento de la capital castellano-leonesa, se puede leer: *"Mascletà poètica es una intervención escénica participativa con ruido, poesía y movimiento en la que una ‘mascletà’ metafórica, constituida por un ‘disparo’ sucesivo y ruidoso de tracas, masclets, carcasas y otros elementos pirotécnicos organizados en ascenso rítmico, propia de las fiestas valencianas, se presenta para expresar sensaciones, sentimientos o emociones por medio de las palabras, los sonidos, el ritmo y, especialmente, a través de la poesía. El objetivo de esta instalación es generar una catarsis colectiva con momentos de celebración artística".* Y parece tan de broma como las intervenciones artísticas de **“Convidantes”**. Tan de broma o tan en serio que no sé qué será peor. Alguien podría replicar que utilizar **“mascletà”** en este contexto puede suponer una resignificación legítima, propia de las posibilidades y poderes del arte contemporáneo. Según esto, aunque no haya pólvora ni petardos, el término aparece simbólicamente para transmitir ruido, intensidad y emoción. Además, conecta con lo festivo y lo ritual, y subvierte expectativas, lo que es esencial en el arte vanguardista. Por lo tanto, visto así, no es un engaño, sino una apropiación artística con un enfoque conceptual y performativo, una reinterpretación creativa. Y estaríamos discutiendo largo rato. Yo, no obstante, lo veo de otro modo. Estimo que, aunque se den los avisos oportunos, hay que ser fieles a determinadas identidades, en tanto desde esas mismas filiaciones no se manifiesten los cambios o los atributos nuevos que correspondan. Decir **casa** por **edificio** no está mal: es un sinónimo. Designar **mascletà** cuando no lo es, aunque remita a ese acontecer específico de alguna manera, es una incapacidad para dotar de un nombre diferenciado a lo que ocurre. Es impostura. Desnaturalización. Y, si no fraude, aprovechamiento anti comunicativo. Moscas a cañonazos cuando no hay de lo uno ni de lo otro, solo para que resuene y llame la atención. No por otra cosa. Me destoso.
https://cultura.valladolid.es/eventos/mascleta-poetica
La imagen se obtuvo mediante los servicios que proporciona COPILOT.
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