CÍMBARA

May 11, 2025

GRADUADOS EN LENTEJUELAS

Buenas noches nocturnas… Imaginen. Los Juegos de la trigésima cuarta Olimpiada a disputarse en la ciudad de Los Ángeles, Estados Unidos. La ceremonia de apertura, por primera vez en la historia, para ser inclusiva como nunca antes, para respetar el sentir de los atletas, de sus familiares, amigos y compatriotas, aúna la emoción del desfile de presentación con el festejo por el triunfo de todos y cada uno de los participantes. Durante esa cita, se levantan las banderas y suenan los himnos de los países cuyos representantes comparecen, porque, sobre la superficie practicable del estadio en el que se desarrolla el acto—un podio con un solo escalón, una descomunal plataforma—se sitúan hombres y mujeres distinguidos con el oro olímpico. Luego, ya en días sucesivos, sin necesidad de público, porque, aunque de manera funcionarial se desarrollen las competiciones a fin de llevar un registro de las marcas y de los puestos, se conocerán los nombres de aquellos que hayan merecido los laureles, y a otra cosa. De esta forma, todos somos campeones. Todos pueden serlo. ¿No es maravilloso? Pues eso ya está ocurriendo. He tenido noticia esta misma mañana. Lean: "Ahora las graduaciones son como bodas. El mes de mayo no es solo el de las comuniones, es casi más el de las graduaciones. Todas las semanas hay alguna. Y también se pide dinero prestado o se gasta lo que no se tiene en la graduación del alumno, en la cena, en la fiesta hasta el día siguiente y en el viaje. No se discrimina. Participan todos, aprueben o suspendan. Así se celebran antes de las notas. La cultura del esfuerzo, al carallo. Vale todo. Los tenemos tan mimados que solo nos importa que estén estupendos para su fiesta. Gastamos en ropa, en preparativos, en lo que haga falta. Y encima las graduaciones se han multiplicado hasta el infinito y más allá.". Palabras de César Casal en *La Voz de Galicia*. "No se discrimina", dice; "Participan todos, aprueben o suspendan"... ¡Aprueben o suspendan! Y lo llaman fiesta de graduación. Esto de los nombres de las cosas nos hace mucha gracia si afectan a aquello relacionado con la política, cuando de manera fraudulenta conducen a lugares insustanciales o paraderos dolosos. En todo caso, como yo no tengo familia ni amistades con muchachos en edad de merecer tanta simpleza, y si han ocurrido tales cosas en mis cercanías, pasaron para mí como felino entre la espesura—no he tenido reparo en solicitar a personas de gran estima que me libren del compromiso de acudir a alguna boda, pues son ocasiones que detesto y me producen graves malestares—considero estas contingencias de la vida como partes del mundo que ni conozco ni quiero conocer. Me basta con saber que existen, por absurdas que parezcan. Desde luego, ni siquiera me indignan. Allá cada uno bajo su palio. Tan solo podría ser motivo de disgusto si, como ya acontece desde mi punto de vista con demasiada abundancia, una de estas charlotadas tuviera como escenario la calle, y la municipalidad, siempre atenta a este tipo de idioteces, habilitara lo público como privado, hasta el punto de suspender el paso por lugares a los que servidor acude libremente cuando no suceden estos arbitrios. Descarten, por tanto, que vaya a exigir el fin de estos negocios. Probablemente, debe ser un sector muy lucrativo y las personas tienen que comer. Los crasos organizadores, empresarios, y los que trabajan en este tipo de eventos. Mientras haya paganos capaces de satisfacer lo que tienen y lo que no, con tal de desfilar y retratarse antes o después de haberse puesto ropas, con o sin el motivo de asaltar expositores de comida y bebida... Siempre hay un buen pretexto para la fiesta. La fiesta es oro, no el tiempo, como muchas veces se ha dicho. Y si así parecemos todos idénticamente recortados de la cartulina de figuritas de papel bueno y bonito, chachi. Me destoso.

https://www.lavozdegalicia.es/noticia/opinion/2025/05/11/graduaciones-bodas/0003_202505G11P16993.htm

La imagen se obtuvo mediante los servicios que proporciona ChatGPT.