LA COHERENCIA DEL GRIS
Buenas noches nocturnas… El Centro de Investigaciones Sociológicas, dirigido por el señor Tezanos, publica, según aparece hoy en la prensa, una encuesta que contempla los hechos recientes, cuando la península ibérica quedó sin energía eléctrica durante demasiadas horas. Según una información de la que se responsabiliza Gema Huesca en *La Razón*: "Casi el 60% de las personas sondeadas en la 'encuesta flash' realizada por el CIS consideran 'insuficiente' la respuesta que dio el Gobierno de Pedro Sánchez ante el apagón eléctrico del 28 de abril. En concreto, el 59,6% entiende que faltó información, frente al 28,4% que dice que fue 'suficiente'.". Ahora bien, ¿merece crédito una entidad tan criticada desde que el mencionado dirigente socialista se puso al frente de ella? Porque, si sus informes han sido descalificados en el pasado, este ahora debería correr la misma suerte. Falta, por tanto, coherencia. No lo digo por la periodista que informa—como lo habrán hecho en otros medios de comunicación—sino más bien por la postura de quienes se posicionan como detractores del llamado "sanchismo". Estos opositores, de distintas sensibilidades políticas, pertenecen a formaciones contrarias al Gobierno y, a menudo, rechazan las prácticas demoscópicas antes mencionadas. Probablemente, en este momento, sean incapaces de ver que, si otras actuaciones no fueron válidas y se hizo recaer la responsabilidad del deterioro en la persona al frente del organismo que consulta a los ciudadanos, las encuestas actuales—por apuntar contra la credibilidad del Gobierno—tampoco deberían estimarse dignas de consideración. No obstante, esto que señalo no es más que una reflexión inicial. Lo que realmente me inquieta es el gris. El color gris. Antes de entrar en lo anterior, donde el engarce de los hechos parece imprescindible, me detuve a examinar una información de la plataforma *Gizmodo*, en su sección de Ciencia. Lucas Handley, profesional acreditado, es el autor de un artículo cuyo título es: "El color que suelen elegir las personas sin personalidad, según la psicología". Lo elegí para su examen porque las personas no nos vestimos solo por razones de abrigo y salvaguarda: nuestra presencia y comunicación funcionan a través de la estética y la moda, complejas redes, cuyo estudio permite conocer mejor a quienes interactúan entre sí. Al parecer, nuestras elecciones cromáticas representan la personalidad que quepa atribuirnos y las emociones que experimentamos. Entonces, asumir el color gris como predominante en nuestra indumentaria se asocia con la neutralidad emocional y la indecisión, lo que puede indicar indolencia y falta de carácter, especialmente en quienes enfrentan dificultades para tomar decisiones. Es decir, quienes actúan con parquedad resolutiva, al llevar algo gris, informan a los demás de su inclinación a la duda y se perciben, a partir de esa respuesta, como tales. Por otra parte, según la colorimetría—la ciencia que estudia el impacto de los colores en las emociones y percepciones—el color gris puede transmitir tanto calma como distanciamiento emocional, dependiendo del contexto. Además, se relaciona con la seriedad, estabilidad y elegancia, siendo un tono versátil en diseño y moda. Por lo tanto, vestirse de gris tiene ventajas y perjuicios. Si se actúa con prudencia y equilibrio, todo va bien y, sin embargo, cuando se abusa de este color, se corre el riesgo de transmitir un mensaje de monotonía y frialdad emocional poco apreciado en el vigente periodo de nuestra vida. Debe quedar claro. Tan claro, como que todo esto solo es relevante si las personas usan la ropa con la intención de comunicar algo a los demás. Una persona puede ser jovial, dinámica y expansiva, aunque su armario esté repleto de combinaciones que alternan el gris con el gris. O, dicho de otro modo: si algo funciona en un sentido y se establece como regla general, debe funcionar siempre. La ropa puede indicar lo que fuere, mas, únicamente cuando se la utiliza como un instrumento de comunicación surte esos efectos. De otro modo, si no lo comprendemos así, estaríamos ante un sesgo. Un mal sesgo. Me destoso.
La imagen se obtuvo mediante los servicios que proporciona COPILOT
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