CRÓNICA DE LA DEMORA 


Buenas noches nocturnas… Sabiendo quién era el periodista que iba a entrevistarlos—uno de los comunicadores más célebres de la radio—los políticos, educadores, profesionales, empresarios, artistas, escritores o sindicalistas que acudían a los estudios donde se celebraban tales encuentros, solían preparar la respuesta a la pregunta con la que comenzaba el diálogo. Era algo parecido al disparo que oyen los atletas en un estadio: una señal mediante la que se da inicio a la especialidad que se dispute en materia de carreras. La pregunta, clon de sí misma, era la que sigue: “Cuando nos presentamos ante los demás, hay cosas visibles, otras que se intuyen... pero también hay algo que está, aunque no se ve, y lo sabemos porque lo llevamos con nosotros. ¿Qué es eso en su caso, y qué papel juega en la forma que tiene de estar en el mundo?”. Desde el principio, el entrevistador era inflexible: partidario riguroso de guardar las distancias mediante el tratamiento de usted. Si durante la charla surgía algún atisbo de relajación—ya fuera por deseo expreso del entrevistado o por sugerencia del dueño de las preguntas—podía llegar la condescendencia del “tuteo”. Por razones similares a las del inicio, disponía de una pregunta estándar para el final. Con ella marcaba inequívocamente el cierre de la conversación. Quienes comparecían ante los micrófonos de la "emisora de las entrevistas", como se la llamaba sin atender a la marca comercial, contaban desde el principio con la posibilidad de lucirse. Bastaba con preparar la respuesta a esta pregunta: “¿Qué silencio merece lo que venga tras la clausura de este diálogo?”. Reglas claras... Pero no siempre las cosas salían como se esperaban. Se recuerda aquella ocasión en que un ministro de Cultura—de esos que aburren hasta a las vacas mejor pintadas—muy parlanchín pero intrascendente, aguardó sin éxito la última pregunta. El entrevistador, como ese torero que busca en el toro rutinario un destello invisible para otros, se empeñó en arrancarle al brioso político una chispa de excepcionalidad. Lo interrogaba con la convicción de quien conoce cada detalle de su oficio, pero, con el desaliento automático de la postración no reconocida, cada minuto más distante de sí. Como ajeno. Como quien mira sin mirar y se abandona a la espera de una luz que no llega… Una vez, un ciclista, en ese mismo estudio, narró una anécdota ocurrida durante una gran ronda: a diez kilómetros de la meta, se comunicaron instrucciones para que se detuviera el pelotón. El líder avanzaba en solitario con diez minutos de ventaja. Todo estaba preparado en la línea de llegada para celebrar el hito. Pero el campeón, del campeón, ¿dónde? Las cosas estaban hechas para que sucedieran como se acordó. Así que hubo prórroga. Se esperó durante horas. Era la última etapa; a pesar del desbarajuste, la ceremonia de clausura se llevó a cabo con enorme retraso. Un mes después, a la misma hora y en el mismo lugar, se convocó a los participantes para repetir exactamente lo que debía haber sucedido y nunca pudo contarse. El ciclista que debía cruzar la línea como vencedor, consciente de su superioridad, recorrió otros caminos, hizo kilómetros por otras carreteras, viajó a otros países, se perdió por el mundo antes de regresar. Y, como las cosas se amoldan de parte de quien tiene las fuerzas y los recursos para que las cosas se amolden, hubo un final de carrera bis y las circunstancias de la competición se repitieron para certificar el éxito previsto. Parecía que el radiofonista estuviera dando pedales, como el ciclista de antaño, sin rumbo en la carta de navegación o dueño de todas las brújulas. Finalmente, una hora más tarde de lo previsto, regresó a la ruta comprometida y, tan aburrido como el resto de la ganadería, hizo la pregunta ritual. Más tarde, como era preceptivo, hubo solo silencio. Un largo y definitivo silencio. Me destoso.



La imagen se obtuvo mediante los servicios que proporciona ChatGPT






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RICARDO en El Mundo 12 de julio de 2025



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Selección de contenidos...

Primera:

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Segunda:

Je Me Suis Fait Tout Petit - San Lyon

En el Canal San Lyon

https://youtu.be/KE6n5pXGC4s?si=WyEgvRdHVmqikr16



Tercera:

Fabrizio De André - Il pescatore

En el Canal Fabrizio De André

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