EL TRIUNFO DE LO SENSATO
Buenas noches nocturnas… En su columna del día de ayer, en *El País*, Manuel Jabois compartió: “Leo prensa del corazón todos los días. Es un ejercicio excitante que practico sin ironía, aunque a menudo me cruce con ella”. Como Jabois —a quien conocí como radiofonista cuando participaba en la “Brújula” de Alsina en Onda Cero— es un escritor de periódico al que respeto, he valorado la posibilidad de adentrarme sin rumbo en esos mundos absolutamente residuales para mí —aunque admito que en dichos entornos suceden aconteceres humanos más trascendentes de lo que se pudiera suponer— para cobrarme algún pescadito. Entiéndase por esto la razón justificante de un comunicado como el que examinan. Por supuesto, tengo entre las redes a mi captura; de lo contrario, no habría escrito nada con este propósito. Entonces, en esta prensa —en una de las publicaciones que tratan aquellos temas entre frívolos y mundanos más atractivos, a juzgar por el interés del público— se dan noticias relacionadas con las Fiestas de San Fermín, en Pamplona. Las imágenes que, al menos este redactor, ha visto en la tele, abundan en lo popular, en lo masificado, en el deterioro de las personas en cuanto a su aspecto físico y sus capacidades, notablemente disminuidas a causa del paroxismo. Arrebato a experimentar, bien por la propia naturaleza de cada uno, bien por la ingestión de diversas sustancias favorecedoras del éxtasis, y siempre en las antípodas de la estética y de la belleza, salvo que se ame lo feo... Mas, dicen los informadores, en ese momento, aparece —contra el caos— la diosa. Una mujer que, aseguran, por sorpresa y mediante su irrupción, hace que las aguas se dividan y pueda observarse, mientras pisa con garbo —de rubia Marilyn— la excelencia. El insospechado atributo de las fiestas de los toros y de las copas. ¡Qué maravilla! ¡Nos hemos salvado! Ya no somos solo carne de cañón de la hostelería y de nuestro capricho. Hemos logrado una posición. Nos afanamos por un lugar en la historia y empieza a ser hora de que se nos reconozca extraordinarios, sublimes. Mucho ruido, sí, y mucho estilo, y mucha sutileza. Ahora bien, ¿quién es ella, ante quién cabe postrarse? No hace falta que se diga el nombre aquí, aunque cualquiera que necesite más detalles los encontrará al final de estas palabras. Porque la prestancia de los personajes heroicos, toda vez que sus actos llegan a la mayoría gracias al proceder de los intermediarios, debe gran parte de su gloria a las declaraciones de los cronistas de ocasión y de los poetas. Lo que se anota a continuación, pues es preciso que se sepa, tiene que ver con un hecho destacado: la dicha campeona tiene superpoderes. ¿Por qué? No me demoraré más. Lean: “un vestido camisero, suelto y muy luminoso”, “un cinturón de piel en color rojo y unas sandalias de tacón sensato, en el mismo tono”. ¡Tacón sensato! No tenía noticias. Un tacón sensato, también llamado tacón *kitten* —originado en Francia durante el reinado de Luis XIV, quien usaba pequeños tacones rojos para parecer más alto y autoritario— es una pieza unida a la suela del calzado en la parte que corresponde al calcañar, de entre 5 y 6 centímetros, lo que supone disponer de modelos entre planos y de mediana elevación. En definitiva, un objeto "adorado por aquellas que desean un zapato sofisticado con el que puedan aguantar durante todo el día sin necesidad de llevar siempre deportivas"... He aquí la diferencia: el zapato de tacón sensato. Es el equilibrio. Es estar por la labor sin sobrepasar el buen gusto. Es pisar con sobriedad, con soltura y rigor, sin entrar en la tiranía o en el vicio. En fin. Creo que es necesario salir a las calles, acudir a los establecimientos en los que se comercializa la huella que ha de dejar cada persona y adquirir este tipo de complemento. Se constata que, con algo así, en esa parte de nuestras extremidades tan cercana al suelo, desde donde nos proyectamos al mundo, habremos de sembrar la vida de auténtica complacencia. Me destoso.
La imagen se obtuvo mediante los servicios que proporciona COPILOT y fue editada después.
Comments
Post a Comment