REALISTAS CON IDEAL HIPOTECADO
Buenas noches nocturnas… Siempre me acuerdo de la misma canción. Tal vez se haya quedado en el cajón de recursos de mi mente, en el apartado de economía sí o sí. Creo que se publicó en 1974, tras el regreso de Víctor Manuel San José Sánchez, Víctor Manuel, a secas, para quienes lo admiran, del exilio en México. Formó parte de una obra musical titulada “Todos tenemos un precio”, que consta de doce canciones en total. Pues bien, la canción de marras, denominada como la colección que publicó el sello discográfico Philips, habla de muchas cosas o, tal vez, de las mismas, sin recurrir a una legión de versos: “Todos tenemos un precio / Todo se compra, se vende / El traficante, el artista / Intercambian sus divisas. / El esclavo, como el rey, / Tienen idéntica piel / Y en el horno se verá / Que todos somos igual”. Todos tenemos un precio. Todos tenemos una debilidad moral, ética, todos estamos expuestos a rendir la plaza de nuestras convicciones. Pero, si todos tenemos un precio, todo está en venta. Desde el siglo pasado hasta el primer cuarto del XXI, la variante moderna. Todo está a la venta. Todo se vende y se compra. No esperamos a que nos hagan una oferta: hacemos de nuestras vidas un escaparate y mostramos lo que deseamos poner en otras manos a cambio de jugosas cantidades de dinero, respaldos, ventajas… Esto es lo que hay. Por ejemplo, usted o yo, señora, cuando acudimos a las redes sociales, creyendo que disfrutamos de un establecimiento gratuito, y desde ellas nos dirigimos al mundo, reclamando su interés para obtener el beneficio que pueda derivarse de tan simple manifestación. Por ejemplo, la prensa. La prensa que nos ofrece las noticias, la información de lo que está ocurriendo, con objetividad y certeza. Mientras no se demuestre lo contrario, para lo cual tiene que ponerse de acuerdo con distintos actores económicos: los políticos, las empresas, los agentes de la cultura, la propia ciudadanía, los profesionales. Con ellos, con nosotros, establece intercambios que, si se miran bien, no son trueques. Ya se sabe: hoy por ti, mañana por mí… y si me sale la jugada como yo quiero, aunque tú te quedes con la alfombra persa en el salón, puede que haya transformado tu chiringuito en destino turístico de fama. ¿Quién gana más? Eso importa poco. O importa, pero no tanto como para sacarlo a relucir en este comunicado. La cuestión es que todo está en venta, que todo es un mercado. Un zoco con mayores o menores ínfulas, un rastro. Y, aquí, otra canción: “Esto es el Rastro, señores / Vengan y anímense / Que aquí estamos nosotros / Somos Papá Noel / Le vendemos barato / Con el precio en inglés / Somos todo lo honrados / Que usted quiera creer”… De Patxi Andión: “Una, dos y tres”. Publicada un año antes que la citada de Víctor Manuel. Esta es la evolución, según me parece. Tenemos un precio y ahora una tienda. No sé si es mejor o peor. No lo sé. Comprendo que, en general, debemos estar muy a gusto. Debemos estarlo porque, si hemos llegado hasta estas instancias, pudiendo haber tomado otros caminos, tiene que ser porque es lo que queríamos. Dice el admirable filósofo Javier Gomá, en uno de los artículos que publica en el diario El Mundo: “Realista a secas es quien se resigna ante las imperfecciones del mundo y, descreído, renuncia a cambiarlas”. Luego censura esta actitud y, más tarde, al considerar las posiciones de los idealistas, sostiene: “quien imagina una Arcadia imposible en cuyo nombre sacrifica almas innumerables y, cuando los hechos desmienten su ensoñación, culpa a impuros y tibios de un fracaso que nace de su desconocimiento de la naturaleza humana”. Por último, propone: “Ni realistas a secas, ni idealistas, realistas con ideal”. Todo porque, “Hay una tercera postura que coincide con la primera en que el mundo es imperfecto y con la segunda en que es susceptible de mejorar, pero que ya ha comprendido que el ideal es una perfección y que, como tal, no existe en esta realidad imperfecta, aunque no deja de desempeñar la función de un principio regulativo: señalar la dirección al progreso y, por el poder atractivo de su belleza, dar alientos para remover los obstáculos que se oponen”… Más abajo, acceso al texto ordenado. Pero me atrevo a una subdivisión: ni realistas a secas, ni idealistas, ni realistas con ideal; realistas con ideal a pagar en cómodos plazos. Como las hipotecas. Me destoso.
https://www.youtube.com/watch?v=QpaSoQgR9yg
https://www.youtube.com/watch?v=8ItFqANXiNI
https://www.elmundo.es/opinion/columnistas/2025/07/12/68724d9ce9cf4a04558b45b8.html
La imagen se obtuvo gracias a los servicios que proporciona GEMINI
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