REYES DE REGADÍO
Buenas noches nocturnas… En una revista se dice del bonito —*Thunnus alalunga*, una especie de atún que se encuentra en todas las aguas tropicales, en los océanos templados y en el mar Mediterráneo— que es el rey del verano. El rey de los alimentos del verano. Como otros animales no saben leer, se trata de una información que solo nos concierne a usted y a mí, señora. A usted y a mí, que tenemos la fea costumbre de sentarnos a la mesa para disfrutar de apetitosas comidas, no siempre saludables, conforme a lo que consideran los expertos en nutrición y lo que necesitarían nuestros organismos para evitarnos complicaciones futuras. Por lo tanto ahora que tenemos asegurado el trono, debemos comprobar el resto de las distintas instancias del gobierno. Porque, si el barrilote, como se llama al bonito en Canarias, manda, ¿quién ejecuta? Habría que ver. Y no tenemos mucho tiempo. Las cosas no siempre se presentan listas para consumirse sin necesidad de sosegadas explicaciones. Mas, como esta alusión no era sino el pretexto necesario o la introducción, a fin de proponer un actualizado relato que tiene que ver con criaturas acuáticas, seres mitológicos y… sí, puntos suspensivos: no lo contemos todo de golpe. Entonces. En la antigüedad, los peces koi, carpas, cuyo nombre original en japonés es “nishikigoi” —por *nishiki*, que significa ‘algo de hermosos colores’, y *goi*, que es el nombre que se le aplica en Japón a las carpas en general— se habían propuesto remontar las aguas del río Amarillo. La referencia cultural situada en distintas localizaciones asiáticas no debe llevarnos a la confusión. Así pues, los peces caracterizados por una variedad de colores distribuidos por su vistosa anatomía, detalle que conviene referir antes de que la acción continúe, deseaban lograr lo que conseguían pocos. Ir contra la corriente de la segunda fuerza fluvial de Asia y alcanzar la cima de la cascada conocida como “La Puerta del Dragón” suponía adquirir el reconocimiento de los dioses: nada más y nada menos. Como suele suceder, muchas de esas carpas heroicas debieron desistir. Algunas entregaron su vida incluso. Muy pocas llegaban al pozo que se hallaba en la base de la catarata. Estas cosas suceden. No se admiten con alborozo, porque no puede ser, y, sin embargo, tan grandes consecuciones obligan a exponerse, tal vez, de manera definitiva. El caso es que una de ellas, una, lo consiguió. Tras varios intentos, a punto de abandonar o morir, superó el obstáculo y fue recibida por los dioses. Después, tras una serie de ritos y de ceremonias, los dioses recompensaron a la carpa, al pez koi, convirtiéndolo en dragón. Un poderosísimo dragón del que se estuvo hablando durante cientos de años. Las noticias del triunfo de los humildes se propagaron a gran velocidad y muchas carpas nadaron por el río Amarillo a fin de conquistar su poquito de gloria. Una información de la que se enteraron mercaderes sin escrúpulos que vieron una oportunidad en tal fenómeno. En las cercanías de ese pozo donde se precipitaban las aguas rabiosas, con el atractivo del paisaje como reclamo, edificaron un restaurante en el que se servirían suculentos platos de pescado. A fin de cuentas, se habían dicho, si la noticia del dragón llamó a los valientes, la gloria de los nadadores merecía destinarse también a la sangre de los hombres y las mujeres que mantienen el culto de los dioses y han de alimentarse bien, para prosperar con sus rezos. Lógicamente, tras unas temporadas de éxito, las carpas koi, juntas o en compañía de sus semejantes, estuvieron de acuerdo en abandonar la épica: la pugna contra el poder del río y la codicia humana ya no tenía razón de ser. Por eso esta historia cesa aquí. Porque tuvimos un rey del verano, que era pez, y tuvimos un dragón en la cascada, que es otra forma de monarquía, y porque me temo una voz partidaria de la república al pronto. Una de esas que viene a cuestionar las cosas con contundencia. Que no está mal. Pero excede la atención y el tiempo que puedo dedicarle hoy a esta vida escrita. Me destoso.
La imagen se obtuvo mediante los servicios que proporciona ChatGPT
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